Crime-as-a-Service (CaaS) es un modelo emergente de cibercrimen en el que los criminales venden o alquilan sus herramientas y servicios a personas que carecen de experiencia técnica, reduciendo las barreras para cometer delitos. En el espacio de las criptomonedas, este modelo facilita el acceso a software malicioso, herramientas de phishing y ataques de Denegación de Servicio Distribuido (DDoS), aumentando los riesgos para los usuarios. Para protegerse, los usuarios deben aumentar su conciencia de seguridad, adoptar la autenticación de múltiples factores, tener precaución con los enlaces y software sospechosos y actualizar regularmente sus medidas de seguridad.