Las ganancias por acción (EPS, Earnings Per Share) son uno de los indicadores de rentabilidad más centrales en los informes financieros de las empresas cotizadas. En términos simples, responde a la pregunta que más preocupa a los inversores: ¿Cuánto beneficio genera la empresa por cada acción que poseo?
La lógica de cálculo es la siguiente: dividir el beneficio neto de la empresa entre el número de acciones ordinarias en circulación, obteniendo así el EPS. Cuanto mayor sea este número, mayor será la eficiencia de la empresa para generar beneficios. Desde una perspectiva de tendencia a largo plazo, el EPS de Apple (AAPL.US) ha ido creciendo de manera constante en los últimos 20 años, lo que ha ido acompañando a su incremento en valoración de mercado.
Para los inversores, el EPS es la entrada para evaluar los fundamentos de una compañía. Si crees que una empresa puede generar más beneficios en relación con su precio de mercado, entonces su valor de inversión será más atractivo. Por eso, los inversores suelen comparar el EPS entre competidores para determinar quién merece más la pena comprar.
La lógica subyacente del cálculo del EPS
Tres datos clave
Para calcular el EPS solo necesitas tres elementos:
Beneficio neto: beneficios tras restar todos los gastos, que aparece en la parte inferior del estado de resultados
Dividendos preferentes: los rendimientos fijos que reciben los accionistas preferentes, también disponibles en el estado de resultados
Número de acciones ordinarias en circulación: las acciones efectivamente en manos del mercado, que se registra en el balance
Ejemplo práctico de cálculo
Tomemos como ejemplo el informe financiero de Bank of America (BAC.US) de 2022:
Beneficio neto del estado de resultados: 27,528 millones de dólares
Restar dividendos preferentes: 1,513 millones de dólares
Ver el número ponderado de acciones en circulación: 8,113.7 millones de acciones
Aplicar la fórmula: (27528-1513)÷8113.7 = 3,21 dólares
En realidad, en los informes suele aparecer directamente el “beneficio atribuible a los accionistas ordinarios”, que los inversores pueden dividir por el número de acciones en circulación para obtener el EPS de forma más sencilla.
Dos rutas rápidas para consultar el EPS
La vía oficial, más precisa: acceder a la web de la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (sec.gov), introducir el código de la empresa y buscar el informe 10-K (anual) o 10-Q (trimestral). En los estados financieros, en la sección del estado de resultados, se encuentra el dato del EPS. Es la fuente más fiable.
La vía más rápida en sitios de información: plataformas como SeekingAlpha, Yahoo Finance, muestran en tiempo real el EPS. Pero hay que tener en cuenta que estos sitios pueden mostrar diferentes versiones: EPS básico, diluido, estimado, etc. Es importante distinguirlos. Dado que estos datos se obtienen mediante scraping, a veces hay retrasos o desviaciones, por lo que las decisiones clave deben basarse en los informes oficiales.
¿Por qué el EPS es tan importante para elegir acciones?
La relación precio-beneficio: conecta los fundamentos con el precio de la acción
El indicador más importante derivado del EPS es la relación precio-beneficio (P/E Ratio) = Precio de la acción ÷ EPS.
Este ratio indica cuánto está dispuesto a pagar el mercado por cada dólar de beneficio que genera la empresa. Por ejemplo, si una acción vale 30 dólares y su EPS es 1 dólar, el P/E será 30. Si la media del sector es solo 10, esto puede indicar que la acción está sobrevalorada o que los inversores esperan un crecimiento futuro más alto.
Un ejemplo típico es Nvidia (NVDA.US). Aunque su EPS ha bajado recientemente, debido a las altas expectativas por la ola de IA, su P/E se ha disparado a 135,9. Esto refleja una percepción optimista del mercado sobre su futuro, no solo su rentabilidad actual.
La retroalimentación positiva entre EPS y precio de la acción
Un EPS fuerte suele impulsar el precio de la acción, y a su vez, un precio en alza refuerza la confianza del mercado, estimulando ventas y elevando el EPS, creando un ciclo positivo. Pero esta relación no es una ley — las expectativas del mercado son el factor decisivo.
En febrero de 2024, Nvidia reportó un descenso evidente en sus resultados del Q4, pero sus ingresos y EPS superaron las expectativas de Wall Street, y la dirección dio una perspectiva optimista. La acción subió un 14% en una sola noche. Esto demuestra que el rendimiento en relación con las expectativas, más que los números absolutos, puede mover el precio.
Los indicadores gemelos del EPS: entender el panorama completo de beneficios
Dividendo por acción (DPS) y rentabilidad por dividendo
El EPS mide cuánto gana la empresa, pero el dividendo por acción (DPS) indica cuánto reparte la compañía a los accionistas de esas ganancias.
Una alta rentabilidad por dividendo (dividendo/precio) resulta atractiva para inversores maduros, ya que ofrece flujo de caja estable; pero un dividendo demasiado alto puede indicar que la empresa no tiene suficiente capital para invertir en operaciones y crecimiento, lo que puede perjudicar el crecimiento del EPS a largo plazo. En sectores como tecnología o farmacéutica, muchas empresas prefieren reinvertir beneficios en lugar de pagar dividendos, para mantener un ritmo de crecimiento del EPS más rápido.
Los efectos de proyectos extraordinarios en el EPS
Ingresos extraordinarios (ventas de activos, subsidios por cierre de negocios, etc.) se reflejan en el beneficio neto y pueden inflar el EPS, pero no son recurrentes. Mirar solo el EPS superficial puede sobreestimar la rentabilidad habitual de la empresa.
Por ejemplo, Yum! Brands (YUM.US) salió del mercado ruso en 2022. Aunque en ese año el EPS parecía menor que en 2021, si se excluyen estos eventos puntuales, la capacidad operativa real había mejorado. Por eso, los inversores deben aprender a ajustar los datos del EPS, centrarse en beneficios sostenibles y provenientes del negocio principal.
EPS básico vs EPS diluido: ¿quién refleja mejor la rentabilidad real?
EPS básico = (Beneficio neto - dividendos preferentes) ÷ número de acciones en circulación
Supone que todos los instrumentos convertibles (opciones, bonos convertibles, acciones preferentes) se ejercen en acciones ordinarias.
Por ejemplo, Coca-Cola (KO.US): aunque el EPS básico actual puede ser 2,50 dólares, si se convierten en acciones las 22 millones de opciones y bonos convertibles, el EPS diluido bajaría a 2,19 dólares. El EPS diluido refleja mejor el riesgo real para los accionistas, ya que puede diluir sus beneficios futuros.
La diferencia clave: el EPS básico mira el presente, el diluido, el potencial futuro. Los inversores inteligentes observan ambos y analizan la diferencia. Cuanto mayor sea, mayor será el riesgo de dilución futura por emisión de nuevas acciones.
Marco práctico para usar el EPS en selección de acciones
Primer paso: seguir la tendencia, no solo el valor absoluto
No tiene sentido fijarse solo en un EPS trimestral o anual. Lo importante es observar:
Comparación longitudinal: ¿crece el EPS de forma sostenida? ¿La tasa de crecimiento es estable? Si el EPS aumenta año tras año, indica que la empresa refuerza su capacidad de generar beneficios.
Comparación horizontal: ¿cómo se sitúa respecto a sus competidores? Un EPS superior indica ventaja competitiva.
Segundo paso: complementar con el relación P/E
El EPS debe analizarse junto con el precio de la acción mediante el P/E. Dos empresas con EPS en ascenso pueden tener ratios diferentes: la que tenga un P/E más bajo puede estar más barata. Por otro lado, un P/E alto puede reflejar expectativas de crecimiento elevadas. Esta comparación ayuda a identificar si una acción está sobrevalorada o infravalorada.
Tercer paso: profundizar en los números y su contexto
Aquí es donde se pone a prueba la habilidad del inversor. Pregúntate:
¿Las recompras de acciones están inflando artificialmente el EPS? Si la empresa no ha mejorado realmente sus beneficios, sino que ha reducido acciones en circulación mediante recompras, ese crecimiento puede ser engañoso.
¿Hay proyectos extraordinarios que distorsionan los beneficios? Es recomendable usar EPS ajustado (excluyendo eventos no recurrentes) o calcular manualmente los beneficios operativos normales.
¿Por qué cambian las acciones en circulación? Un aumento sustancial puede indicar emisión de nuevas acciones para financiar proyectos, lo que diluye a los accionistas existentes. Es importante entender en qué se ha invertido ese capital.
Ejemplo en semiconductores: la cara opuesta
Comparando Nvidia, Qualcomm y AMD desde 2020: Qualcomm tiene un EPS mucho más alto que las otras dos. Si solo se usara el EPS para decidir, comprarías Qualcomm. Pero en el rendimiento bursátil, Nvidia ha subido un 251%, Qualcomm solo un 69%. Esto demuestra que un EPS alto no garantiza un buen rendimiento en bolsa — las expectativas del mercado, la tendencia sectorial y el ciclo tecnológico también determinan el precio.
Preguntas frecuentes
Q: ¿Qué EPS se considera bueno?
No hay un valor absoluto. Lo importante es la comparación: si crece respecto a su historia, es positivo; si supera a sus competidores, también. El valor numérico en sí no dice mucho, especialmente porque factores como recompras o eventos extraordinarios pueden distorsionar los números. Lo más relevante es la tendencia del EPS ajustado.
Q: ¿Se puede predecir el EPS?
Sí, los analistas de Wall Street hacen proyecciones de beneficios futuros y, en base a ello, estiman el EPS. El mercado también incorpora esas expectativas en el precio. Comparar el EPS histórico con las previsiones ayuda a entender si el mercado está optimista o pesimista.
Consejo final
El EPS es una clave para entender la rentabilidad de una empresa, pero no la única. Ningún indicador por sí solo puede describir completamente el valor de inversión de una compañía. Antes de decidir comprar o vender, hay que considerar también la posición en su sector, las perspectivas de crecimiento, la salud financiera, la calidad del management y el entorno macroeconómico.
El EPS es solo una de las muchas señales. Saber leerlo da una perspectiva adicional, pero los inversores más inteligentes integrarán esa información en un marco completo de análisis.
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Análisis profundo de EPS: Guía completa desde los datos financieros hasta la toma de decisiones de inversión
¿Qué mide realmente el EPS?
Las ganancias por acción (EPS, Earnings Per Share) son uno de los indicadores de rentabilidad más centrales en los informes financieros de las empresas cotizadas. En términos simples, responde a la pregunta que más preocupa a los inversores: ¿Cuánto beneficio genera la empresa por cada acción que poseo?
La lógica de cálculo es la siguiente: dividir el beneficio neto de la empresa entre el número de acciones ordinarias en circulación, obteniendo así el EPS. Cuanto mayor sea este número, mayor será la eficiencia de la empresa para generar beneficios. Desde una perspectiva de tendencia a largo plazo, el EPS de Apple (AAPL.US) ha ido creciendo de manera constante en los últimos 20 años, lo que ha ido acompañando a su incremento en valoración de mercado.
Para los inversores, el EPS es la entrada para evaluar los fundamentos de una compañía. Si crees que una empresa puede generar más beneficios en relación con su precio de mercado, entonces su valor de inversión será más atractivo. Por eso, los inversores suelen comparar el EPS entre competidores para determinar quién merece más la pena comprar.
La lógica subyacente del cálculo del EPS
Tres datos clave
Para calcular el EPS solo necesitas tres elementos:
Ejemplo práctico de cálculo
Tomemos como ejemplo el informe financiero de Bank of America (BAC.US) de 2022:
En realidad, en los informes suele aparecer directamente el “beneficio atribuible a los accionistas ordinarios”, que los inversores pueden dividir por el número de acciones en circulación para obtener el EPS de forma más sencilla.
Dos rutas rápidas para consultar el EPS
La vía oficial, más precisa: acceder a la web de la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (sec.gov), introducir el código de la empresa y buscar el informe 10-K (anual) o 10-Q (trimestral). En los estados financieros, en la sección del estado de resultados, se encuentra el dato del EPS. Es la fuente más fiable.
La vía más rápida en sitios de información: plataformas como SeekingAlpha, Yahoo Finance, muestran en tiempo real el EPS. Pero hay que tener en cuenta que estos sitios pueden mostrar diferentes versiones: EPS básico, diluido, estimado, etc. Es importante distinguirlos. Dado que estos datos se obtienen mediante scraping, a veces hay retrasos o desviaciones, por lo que las decisiones clave deben basarse en los informes oficiales.
¿Por qué el EPS es tan importante para elegir acciones?
La relación precio-beneficio: conecta los fundamentos con el precio de la acción
El indicador más importante derivado del EPS es la relación precio-beneficio (P/E Ratio) = Precio de la acción ÷ EPS.
Este ratio indica cuánto está dispuesto a pagar el mercado por cada dólar de beneficio que genera la empresa. Por ejemplo, si una acción vale 30 dólares y su EPS es 1 dólar, el P/E será 30. Si la media del sector es solo 10, esto puede indicar que la acción está sobrevalorada o que los inversores esperan un crecimiento futuro más alto.
Un ejemplo típico es Nvidia (NVDA.US). Aunque su EPS ha bajado recientemente, debido a las altas expectativas por la ola de IA, su P/E se ha disparado a 135,9. Esto refleja una percepción optimista del mercado sobre su futuro, no solo su rentabilidad actual.
La retroalimentación positiva entre EPS y precio de la acción
Un EPS fuerte suele impulsar el precio de la acción, y a su vez, un precio en alza refuerza la confianza del mercado, estimulando ventas y elevando el EPS, creando un ciclo positivo. Pero esta relación no es una ley — las expectativas del mercado son el factor decisivo.
En febrero de 2024, Nvidia reportó un descenso evidente en sus resultados del Q4, pero sus ingresos y EPS superaron las expectativas de Wall Street, y la dirección dio una perspectiva optimista. La acción subió un 14% en una sola noche. Esto demuestra que el rendimiento en relación con las expectativas, más que los números absolutos, puede mover el precio.
Los indicadores gemelos del EPS: entender el panorama completo de beneficios
Dividendo por acción (DPS) y rentabilidad por dividendo
El EPS mide cuánto gana la empresa, pero el dividendo por acción (DPS) indica cuánto reparte la compañía a los accionistas de esas ganancias.
Una alta rentabilidad por dividendo (dividendo/precio) resulta atractiva para inversores maduros, ya que ofrece flujo de caja estable; pero un dividendo demasiado alto puede indicar que la empresa no tiene suficiente capital para invertir en operaciones y crecimiento, lo que puede perjudicar el crecimiento del EPS a largo plazo. En sectores como tecnología o farmacéutica, muchas empresas prefieren reinvertir beneficios en lugar de pagar dividendos, para mantener un ritmo de crecimiento del EPS más rápido.
Los efectos de proyectos extraordinarios en el EPS
Ingresos extraordinarios (ventas de activos, subsidios por cierre de negocios, etc.) se reflejan en el beneficio neto y pueden inflar el EPS, pero no son recurrentes. Mirar solo el EPS superficial puede sobreestimar la rentabilidad habitual de la empresa.
Por ejemplo, Yum! Brands (YUM.US) salió del mercado ruso en 2022. Aunque en ese año el EPS parecía menor que en 2021, si se excluyen estos eventos puntuales, la capacidad operativa real había mejorado. Por eso, los inversores deben aprender a ajustar los datos del EPS, centrarse en beneficios sostenibles y provenientes del negocio principal.
EPS básico vs EPS diluido: ¿quién refleja mejor la rentabilidad real?
EPS básico = (Beneficio neto - dividendos preferentes) ÷ número de acciones en circulación
Es la medida más fiel de la rentabilidad actual.
EPS diluido = (Beneficio neto - dividendos preferentes) ÷ (Acciones en circulación + acciones potenciales convertibles)
Supone que todos los instrumentos convertibles (opciones, bonos convertibles, acciones preferentes) se ejercen en acciones ordinarias.
Por ejemplo, Coca-Cola (KO.US): aunque el EPS básico actual puede ser 2,50 dólares, si se convierten en acciones las 22 millones de opciones y bonos convertibles, el EPS diluido bajaría a 2,19 dólares. El EPS diluido refleja mejor el riesgo real para los accionistas, ya que puede diluir sus beneficios futuros.
La diferencia clave: el EPS básico mira el presente, el diluido, el potencial futuro. Los inversores inteligentes observan ambos y analizan la diferencia. Cuanto mayor sea, mayor será el riesgo de dilución futura por emisión de nuevas acciones.
Marco práctico para usar el EPS en selección de acciones
Primer paso: seguir la tendencia, no solo el valor absoluto
No tiene sentido fijarse solo en un EPS trimestral o anual. Lo importante es observar:
Segundo paso: complementar con el relación P/E
El EPS debe analizarse junto con el precio de la acción mediante el P/E. Dos empresas con EPS en ascenso pueden tener ratios diferentes: la que tenga un P/E más bajo puede estar más barata. Por otro lado, un P/E alto puede reflejar expectativas de crecimiento elevadas. Esta comparación ayuda a identificar si una acción está sobrevalorada o infravalorada.
Tercer paso: profundizar en los números y su contexto
Aquí es donde se pone a prueba la habilidad del inversor. Pregúntate:
Ejemplo en semiconductores: la cara opuesta
Comparando Nvidia, Qualcomm y AMD desde 2020: Qualcomm tiene un EPS mucho más alto que las otras dos. Si solo se usara el EPS para decidir, comprarías Qualcomm. Pero en el rendimiento bursátil, Nvidia ha subido un 251%, Qualcomm solo un 69%. Esto demuestra que un EPS alto no garantiza un buen rendimiento en bolsa — las expectativas del mercado, la tendencia sectorial y el ciclo tecnológico también determinan el precio.
Preguntas frecuentes
Q: ¿Qué EPS se considera bueno?
No hay un valor absoluto. Lo importante es la comparación: si crece respecto a su historia, es positivo; si supera a sus competidores, también. El valor numérico en sí no dice mucho, especialmente porque factores como recompras o eventos extraordinarios pueden distorsionar los números. Lo más relevante es la tendencia del EPS ajustado.
Q: ¿Se puede predecir el EPS?
Sí, los analistas de Wall Street hacen proyecciones de beneficios futuros y, en base a ello, estiman el EPS. El mercado también incorpora esas expectativas en el precio. Comparar el EPS histórico con las previsiones ayuda a entender si el mercado está optimista o pesimista.
Consejo final
El EPS es una clave para entender la rentabilidad de una empresa, pero no la única. Ningún indicador por sí solo puede describir completamente el valor de inversión de una compañía. Antes de decidir comprar o vender, hay que considerar también la posición en su sector, las perspectivas de crecimiento, la salud financiera, la calidad del management y el entorno macroeconómico.
El EPS es solo una de las muchas señales. Saber leerlo da una perspectiva adicional, pero los inversores más inteligentes integrarán esa información en un marco completo de análisis.