Cuando decides invertir en acciones, enfrentas una decisión crucial: ¿optas por acciones comunes o prefieres las preferentes? Ambas existen dentro de las compañías, pero ofrecen caminos completamente distintos. La diferencia entre acciones comunes y preferentes va mucho más allá de un simple nombre; implica derechos, riesgos y retornos radicalmente diferentes.
Rendimiento real: Los números hablan por sí solos
Durante los últimos cinco años, el contraste entre inversiones es brutal. El S&P 500 se disparó 57,60%, mientras que el S&P U.S. Preferred Stock Index cayó 18,05%. ¿Por qué esta brecha tan importante? Porque ambos tipos de acciones reaccionan de manera opuesta ante cambios en las tasas de interés y volatilidad del mercado. El S&P U.S. Preferred Stock Index, que representa aproximadamente el 71% del mercado de acciones preferentes negociadas en EE.UU., refleja la magnitud real de este segmento.
Acciones Comunes: El camino del crecimiento agresivo
Las acciones ordinarias son lo que la mayoría de inversores conoce. Representan propiedad real en la compañía y ofrecen algo que las preferentes no: poder de voto. Cuando asistes a asambleas de accionistas, participas en decisiones importantes como la elección de directores.
El potencial de crecimiento es significativo. Durante periodos de expansión económica, tus ganancias pueden multiplicarse. Los dividendos varían según el desempeño: si la empresa va bien, recibes más; si enfrenta dificultades, podrías no recibir nada.
Características clave:
Alta liquidez: puedes vender rápidamente en mercados principales
Potencial considerable de apreciación del capital
Riesgo elevado por volatilidad de precios
Dividendos variables, sin garantías
En caso de quiebra, estás último en la fila (después de deuda, bonos y accionistas preferentes)
Las acciones comunes atraen a inversores jóvenes o con mentalidad de crecimiento, aquellos dispuestos a tolerar fluctuaciones a cambio de mayores rendimientos a largo plazo.
Acciones Preferentes: El refugio del flujo de ingresos predecible
Aquí la lógica es inversa. Las acciones preferentes sacrifican poder de voto por seguridad. No puedes votar en decisiones corporativas, pero recibes un beneficio más valioso: dividendos fijos y predecibles.
Imagina esto: mientras los accionistas comunes ven sus dividendos desaparecer durante crisis, los preferentistas reciben su pago garantizado. Además, en una quiebra empresarial, tú cobras antes que cualquier accionista común.
Características clave:
Dividendos fijos o con tasa preestablecida
Algunas variantes son acumulativas (dividendos atrasados se pagan después)
Prioridad sobre acciones comunes en liquidación
Potencial de crecimiento limitado
Sensibilidad a cambios en tasas de interés
Liquidez generalmente más baja
Las acciones preferentes vienen en múltiples sabores: acumulativas, no acumulativas, convertibles (pueden transformarse en acciones ordinarias), rescatables (la empresa puede recomprarlas) y participativas (dividendos ligados a resultados financieros).
La tabla de decisión: ¿Cuál es la tuya?
Aspecto
Preferentes
Comunes
Derechos de voto
No
Sí
Dividendos
Fijos, predecibles
Variables, riesgosos
Prioridad en quiebra
Alta (segunda después de deuda)
Baja (última)
Potencial de ganancia
Bajo
Alto
Riesgo
Bajo-medio
Alto
Liquidez
Limitada
Potencialmente alta
Mejor para
Jubilados, conservadores
Jóvenes, buscadores de crecimiento
¿Cómo empiezas a invertir?
El proceso es más simple de lo que parece:
Paso 1: Elige tu bróker - Busca una plataforma regulada y con buena reputación. La seguridad de tus fondos es prioritaria.
Paso 2: Abre tu cuenta - Rellena datos personales y financieros. Probablemente harás un primer depósito.
Paso 3: Analiza antes de comprar - Estudia los números de la empresa, su sector, tendencias del mercado. No es solo luck; es investigación.
Paso 4: Coloca tu orden - Puedes elegir órdenes “al mercado” (precio actual) u órdenes “limitadas” (tu precio específico). Algunos brókers también ofrecen CFDs sobre estas acciones.
La estrategia óptima según tu perfil
Eres joven y buscas construir riqueza a largo plazo: Las acciones comunes son tu aliado. Tolera la volatilidad ahora; en 20-30 años, los retornos compensarán las turbulencias.
Estás cerca de la jubilación o valoras la estabilidad: Las acciones preferentes te permiten dormir tranquilo. Flujo de ingresos predecible, menos sorpresas desagradables.
Lo ideal: Combina ambas. Mezcla acciones comunes y preferentes para equilibrar riesgo y retorno. Esto es diversificación real, no solo tener muchas acciones del mismo tipo.
El juego inteligente: No apuestes todo a un lado
La verdadera maestría está en reconocer que ambas tienen lugar en tu cartera. Las acciones comunes te ofrecen crecimiento; las preferentes, estabilidad. Durante mercados en alza, las comunes dominan. Cuando la incertidumbre llega, las preferentes protegen tu patrimonio.
Revisa tu inversión regularmente. Ajusta tu estrategia según cambios del mercado. Y recuerda: el mejor momento para invertir fue ayer; el segundo mejor es hoy.
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¿Acciones Comunes vs Preferentes? Descubre cuál es tu mejor opción de inversión
Cuando decides invertir en acciones, enfrentas una decisión crucial: ¿optas por acciones comunes o prefieres las preferentes? Ambas existen dentro de las compañías, pero ofrecen caminos completamente distintos. La diferencia entre acciones comunes y preferentes va mucho más allá de un simple nombre; implica derechos, riesgos y retornos radicalmente diferentes.
Rendimiento real: Los números hablan por sí solos
Durante los últimos cinco años, el contraste entre inversiones es brutal. El S&P 500 se disparó 57,60%, mientras que el S&P U.S. Preferred Stock Index cayó 18,05%. ¿Por qué esta brecha tan importante? Porque ambos tipos de acciones reaccionan de manera opuesta ante cambios en las tasas de interés y volatilidad del mercado. El S&P U.S. Preferred Stock Index, que representa aproximadamente el 71% del mercado de acciones preferentes negociadas en EE.UU., refleja la magnitud real de este segmento.
Acciones Comunes: El camino del crecimiento agresivo
Las acciones ordinarias son lo que la mayoría de inversores conoce. Representan propiedad real en la compañía y ofrecen algo que las preferentes no: poder de voto. Cuando asistes a asambleas de accionistas, participas en decisiones importantes como la elección de directores.
El potencial de crecimiento es significativo. Durante periodos de expansión económica, tus ganancias pueden multiplicarse. Los dividendos varían según el desempeño: si la empresa va bien, recibes más; si enfrenta dificultades, podrías no recibir nada.
Características clave:
Las acciones comunes atraen a inversores jóvenes o con mentalidad de crecimiento, aquellos dispuestos a tolerar fluctuaciones a cambio de mayores rendimientos a largo plazo.
Acciones Preferentes: El refugio del flujo de ingresos predecible
Aquí la lógica es inversa. Las acciones preferentes sacrifican poder de voto por seguridad. No puedes votar en decisiones corporativas, pero recibes un beneficio más valioso: dividendos fijos y predecibles.
Imagina esto: mientras los accionistas comunes ven sus dividendos desaparecer durante crisis, los preferentistas reciben su pago garantizado. Además, en una quiebra empresarial, tú cobras antes que cualquier accionista común.
Características clave:
Las acciones preferentes vienen en múltiples sabores: acumulativas, no acumulativas, convertibles (pueden transformarse en acciones ordinarias), rescatables (la empresa puede recomprarlas) y participativas (dividendos ligados a resultados financieros).
La tabla de decisión: ¿Cuál es la tuya?
¿Cómo empiezas a invertir?
El proceso es más simple de lo que parece:
Paso 1: Elige tu bróker - Busca una plataforma regulada y con buena reputación. La seguridad de tus fondos es prioritaria.
Paso 2: Abre tu cuenta - Rellena datos personales y financieros. Probablemente harás un primer depósito.
Paso 3: Analiza antes de comprar - Estudia los números de la empresa, su sector, tendencias del mercado. No es solo luck; es investigación.
Paso 4: Coloca tu orden - Puedes elegir órdenes “al mercado” (precio actual) u órdenes “limitadas” (tu precio específico). Algunos brókers también ofrecen CFDs sobre estas acciones.
La estrategia óptima según tu perfil
Eres joven y buscas construir riqueza a largo plazo: Las acciones comunes son tu aliado. Tolera la volatilidad ahora; en 20-30 años, los retornos compensarán las turbulencias.
Estás cerca de la jubilación o valoras la estabilidad: Las acciones preferentes te permiten dormir tranquilo. Flujo de ingresos predecible, menos sorpresas desagradables.
Lo ideal: Combina ambas. Mezcla acciones comunes y preferentes para equilibrar riesgo y retorno. Esto es diversificación real, no solo tener muchas acciones del mismo tipo.
El juego inteligente: No apuestes todo a un lado
La verdadera maestría está en reconocer que ambas tienen lugar en tu cartera. Las acciones comunes te ofrecen crecimiento; las preferentes, estabilidad. Durante mercados en alza, las comunes dominan. Cuando la incertidumbre llega, las preferentes protegen tu patrimonio.
Revisa tu inversión regularmente. Ajusta tu estrategia según cambios del mercado. Y recuerda: el mejor momento para invertir fue ayer; el segundo mejor es hoy.