Las tendencias de Bitcoin y Ethereum suelen estar estrechamente relacionadas con la política macroeconómica de Estados Unidos. Recientemente, las declaraciones del Secretario del Tesoro estadounidense, Bessent, han causado revuelo en el mundo financiero.

Bessent criticó abiertamente a la Reserva Federal, calificándola como un "motor de desigualdad". Señaló que la política de "quantitative easing" permanente de los últimos 15 años ha provocado una grave brecha de riqueza: las activos de los ricos continúan aumentando, mientras que el poder adquisitivo de las personas comunes se ve erosionado. Esta orientación política ha creado un patrón de "economía de doble capa", con una brecha cada vez mayor entre ricos y pobres.

Lo que es aún más importante, Bessent hizo una demanda clara de reforma para el próximo presidente de la Reserva Federal: el banco central debe "adelgazar". Aboga por reducir las funciones de la Fed y acabar con la era del QE. En su visión, la flexibilización cuantitativa debería usarse solo en emergencias, no como una herramienta habitual. Además, llama a realizar reformas estructurales para romper la situación de descontrol fiscal causada por la "impresión de dinero por parte del banco central".

Los candidatos actuales a presidente de la Reserva Federal —Wosh, Hasset y Waller— ya han sido sometidos a entrevistas en profundidad. Según los comentarios, todos tienden a la filosofía de un "banco central tradicional": centrarse en el control de la inflación, reducir las funciones no tradicionales y retirarse más a menudo a un segundo plano.

Bessent ha declarado que "el mercado no debería estar nervioso por una sola palabra del presidente de la Fed". Esta frase insinúa que se están gestando cambios mayores. Si la selección del nuevo presidente en 2026 sigue esta línea, todo el panorama financiero podría ser reescrito. Para Bitcoin y todo el mercado de criptomonedas, un cambio en la política de la Reserva Federal tendrá un impacto profundo.