Índice del dólar estadounidense: de la fortaleza a la corrección
El índice del dólar estadounidense es un indicador clave para medir la fortaleza relativa del dólar frente a las principales monedas internacionales, compuesto por una ponderación de las tasas de cambio del euro, yen, libra esterlina, dólar canadiense, corona sueca y franco suizo frente al dólar. La subida o bajada de este índice refleja directamente el valor relativo del dólar en el comercio y la inversión internacionales.
Actualmente, el índice del dólar se encuentra en una fase de corrección. Tras una caída continua, ha roto la media móvil simple de 200 días, mostrando señales bajistas en el análisis técnico. Según los datos de mercado más recientes, el índice oscila en torno a 103.45, acercándose a los mínimos desde noviembre. Este cambio está impulsado principalmente por las expectativas del mercado de un aumento en la frecuencia de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal — tras unos datos de empleo en EE. UU. publicados en marzo por debajo de lo esperado, lo que refuerza las expectativas de una política monetaria acomodaticia.
Lecciones de los ciclos históricos del tipo de cambio del dólar
Para entender la tendencia actual del dólar, es útil revisar las ocho fases posteriores al colapso del sistema de Bretton Woods:
1971-1980: El gobierno de Nixon declara la caducidad del patrón oro, lo que provoca una expansión del dólar, sumado a la crisis del petróleo, llevando al índice del dólar por debajo de 90.
1980-1985: El expresidente de la Fed, Volcker, sube agresivamente las tasas hasta un 20%, manteniéndolas en niveles altos del 8-10%, lo que hace que el índice del dólar se dispare y alcance su pico en 1985.
1985-1995: Surgen los problemas del doble déficit en EE. UU., y el dólar entra en una tendencia bajista de diez años.
1995-2002: La era de Internet impulsa un fuerte crecimiento económico en EE. UU., llevando al índice a máximos de 120 puntos.
2002-2010: La burbuja de Internet estalla, los atentados del 11 de septiembre, y una política de flexibilización cuantitativa prolongada hacen que el dólar caiga a niveles históricos cercanos a 60.
2011-2020: La crisis de deuda en Europa y la caída de las bolsas chinas reducen la competencia del dólar; la Fed sube las tasas varias veces, fortaleciendo el índice.
2020-2022: La pandemia de COVID-19 provoca una política de relajación monetaria extrema, con tasas de interés cercanas a 0%, lo que devalúa significativamente el dólar y genera inflación.
2022-2024: La inflación descontrolada lleva a la Fed a subir agresivamente las tasas hasta niveles no vistos en 25 años, además de implementar una política de reducción de balance, lo que, aunque frena la inflación, desafía nuevamente la confianza en el dólar.
Predicciones de la tendencia de los principales pares de divisas
Euro/dólar (EUR/USD)
El euro es el componente de mayor peso en el índice del dólar. Apoyado por la depreciación del dólar y la mejora en las políticas del BCE, se espera que EUR/USD continúe en tendencia alcista. La cotización actual ya ha alcanzado 1.0835; si se mantiene en este nivel, podría buscar superar los 1.0900 y otros niveles psicológicos clave. El análisis técnico muestra que los máximos previos actúan como soporte fuerte, y una ruptura de resistencias abriría más espacio para subir.
Libra esterlina/dólar (GBP/USD)
Se espera que el ritmo de recortes de tasas del Banco de Inglaterra sea más lento que el de la Fed, lo que brinda soporte a la libra. Los indicadores técnicos positivos respaldan que GBP/USD mantenga una tendencia de consolidación alcista hasta 2025, con un rango de volatilidad estimado entre 1.25 y 1.35. Si la divergencia en políticas económicas entre EE. UU. y Reino Unido se acentúa, el tipo de cambio podría desafiar los 1.40.
Dólar frente al yuan chino (USD/CNH)
La dirección del dólar frente al yuan está influenciada por múltiples factores. La velocidad de recortes de la Fed y las expectativas de crecimiento económico en China son los principales impulsores. Si la Fed continúa con una política acomodaticia y China mantiene un crecimiento estable, el yuan podría recibir soporte. Actualmente, USD/CNH oscila entre 7.2300 y 7.2600, sin una dirección clara de ruptura. Técnicamente, 7.2260 es un soporte clave; si se rompe y el RSI indica sobreventa, podría ofrecer una oportunidad de rebote a corto plazo. La política del Banco Central chino y las intervenciones del mercado influirán a largo plazo en la tendencia del tipo de cambio.
Dólar/yen japonés (USD/JPY)
Los datos económicos de Japón, con mejoras recientes, dan soporte al yen. En enero, los salarios básicos aumentaron un 3.1% interanual, alcanzando un máximo en 32 años, lo que sugiere que el Banco de Japón podría acelerar el ritmo de subida de tasas. Se prevé que en 2025 USD/JPY tenga una tendencia bajista, con una posible caída adicional si rompe los 146.90. Para revertir la tendencia bajista, sería necesario superar la resistencia en 150.0.
Dólar australiano (AUD/USD)
La economía australiana muestra un desempeño sólido: el PIB del Q4 creció un 0.6% respecto al trimestre anterior y un 1.3% interanual, ambos por encima de las expectativas; en enero, la balanza comercial alcanzó los 562 mil millones. El Banco de la Reserva de Australia (RBA) mantiene una postura cautelosa, sugiriendo pocas probabilidades de recortes. Esto refleja una ventaja en la política monetaria del AUD respecto a otras monedas principales. Si la Fed continúa con una política de relajación en 2025, la debilidad del dólar impulsará el alza del AUD/USD.
Estrategia de inversión en dólares para 2025
Operaciones a corto plazo (Q1-Q2)
El mercado presenta una estructura de consolidación, con oportunidades de trading en rangos. Escenarios alcistas incluyen: aumento de conflictos geopolíticos que elevan la demanda de refugio, y datos de empleo en EE. UU. por encima de lo esperado que retrasan los recortes. Escenarios bajistas: recortes continuos de la Fed junto con una política de relajación del BCE, y exposición de la presión de deuda en EE. UU.
Los inversores agresivos pueden aprovechar la banda del índice del dólar entre 95-100 para comprar en los mínimos y vender en los máximos, usando indicadores técnicos como divergencias en MACD y retrocesos de Fibonacci para detectar reversiones. Los inversores conservadores deberían esperar a que la política de la Fed sea más clara.
Estrategia a mediano y largo plazo (a partir del Q3)
Con la Fed en ciclo de recortes, la ventaja en los rendimientos de los bonos estadounidenses se reducirá gradualmente. Los fondos podrían dirigirse a mercados emergentes de alto crecimiento y a activos en la zona euro. Si la tendencia de desdolarización global se acelera, la posición del dólar como reserva de valor se verá mermada. Se recomienda reducir gradualmente las posiciones largas en dólares y diversificar en yen, AUD u otras monedas fuertes, o en commodities como oro y cobre.
El éxito en las operaciones con dólares en 2025 dependerá de la flexibilidad y disciplina, siguiendo de cerca los datos y eventos del mercado para aprovechar la volatilidad en los tipos de cambio.
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Análisis de la tendencia del tipo de cambio del dólar en 2025: oscilaciones y oportunidades tras el ciclo de subida de tasas
Índice del dólar estadounidense: de la fortaleza a la corrección
El índice del dólar estadounidense es un indicador clave para medir la fortaleza relativa del dólar frente a las principales monedas internacionales, compuesto por una ponderación de las tasas de cambio del euro, yen, libra esterlina, dólar canadiense, corona sueca y franco suizo frente al dólar. La subida o bajada de este índice refleja directamente el valor relativo del dólar en el comercio y la inversión internacionales.
Actualmente, el índice del dólar se encuentra en una fase de corrección. Tras una caída continua, ha roto la media móvil simple de 200 días, mostrando señales bajistas en el análisis técnico. Según los datos de mercado más recientes, el índice oscila en torno a 103.45, acercándose a los mínimos desde noviembre. Este cambio está impulsado principalmente por las expectativas del mercado de un aumento en la frecuencia de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal — tras unos datos de empleo en EE. UU. publicados en marzo por debajo de lo esperado, lo que refuerza las expectativas de una política monetaria acomodaticia.
Lecciones de los ciclos históricos del tipo de cambio del dólar
Para entender la tendencia actual del dólar, es útil revisar las ocho fases posteriores al colapso del sistema de Bretton Woods:
1971-1980: El gobierno de Nixon declara la caducidad del patrón oro, lo que provoca una expansión del dólar, sumado a la crisis del petróleo, llevando al índice del dólar por debajo de 90.
1980-1985: El expresidente de la Fed, Volcker, sube agresivamente las tasas hasta un 20%, manteniéndolas en niveles altos del 8-10%, lo que hace que el índice del dólar se dispare y alcance su pico en 1985.
1985-1995: Surgen los problemas del doble déficit en EE. UU., y el dólar entra en una tendencia bajista de diez años.
1995-2002: La era de Internet impulsa un fuerte crecimiento económico en EE. UU., llevando al índice a máximos de 120 puntos.
2002-2010: La burbuja de Internet estalla, los atentados del 11 de septiembre, y una política de flexibilización cuantitativa prolongada hacen que el dólar caiga a niveles históricos cercanos a 60.
2011-2020: La crisis de deuda en Europa y la caída de las bolsas chinas reducen la competencia del dólar; la Fed sube las tasas varias veces, fortaleciendo el índice.
2020-2022: La pandemia de COVID-19 provoca una política de relajación monetaria extrema, con tasas de interés cercanas a 0%, lo que devalúa significativamente el dólar y genera inflación.
2022-2024: La inflación descontrolada lleva a la Fed a subir agresivamente las tasas hasta niveles no vistos en 25 años, además de implementar una política de reducción de balance, lo que, aunque frena la inflación, desafía nuevamente la confianza en el dólar.
Predicciones de la tendencia de los principales pares de divisas
Euro/dólar (EUR/USD)
El euro es el componente de mayor peso en el índice del dólar. Apoyado por la depreciación del dólar y la mejora en las políticas del BCE, se espera que EUR/USD continúe en tendencia alcista. La cotización actual ya ha alcanzado 1.0835; si se mantiene en este nivel, podría buscar superar los 1.0900 y otros niveles psicológicos clave. El análisis técnico muestra que los máximos previos actúan como soporte fuerte, y una ruptura de resistencias abriría más espacio para subir.
Libra esterlina/dólar (GBP/USD)
Se espera que el ritmo de recortes de tasas del Banco de Inglaterra sea más lento que el de la Fed, lo que brinda soporte a la libra. Los indicadores técnicos positivos respaldan que GBP/USD mantenga una tendencia de consolidación alcista hasta 2025, con un rango de volatilidad estimado entre 1.25 y 1.35. Si la divergencia en políticas económicas entre EE. UU. y Reino Unido se acentúa, el tipo de cambio podría desafiar los 1.40.
Dólar frente al yuan chino (USD/CNH)
La dirección del dólar frente al yuan está influenciada por múltiples factores. La velocidad de recortes de la Fed y las expectativas de crecimiento económico en China son los principales impulsores. Si la Fed continúa con una política acomodaticia y China mantiene un crecimiento estable, el yuan podría recibir soporte. Actualmente, USD/CNH oscila entre 7.2300 y 7.2600, sin una dirección clara de ruptura. Técnicamente, 7.2260 es un soporte clave; si se rompe y el RSI indica sobreventa, podría ofrecer una oportunidad de rebote a corto plazo. La política del Banco Central chino y las intervenciones del mercado influirán a largo plazo en la tendencia del tipo de cambio.
Dólar/yen japonés (USD/JPY)
Los datos económicos de Japón, con mejoras recientes, dan soporte al yen. En enero, los salarios básicos aumentaron un 3.1% interanual, alcanzando un máximo en 32 años, lo que sugiere que el Banco de Japón podría acelerar el ritmo de subida de tasas. Se prevé que en 2025 USD/JPY tenga una tendencia bajista, con una posible caída adicional si rompe los 146.90. Para revertir la tendencia bajista, sería necesario superar la resistencia en 150.0.
Dólar australiano (AUD/USD)
La economía australiana muestra un desempeño sólido: el PIB del Q4 creció un 0.6% respecto al trimestre anterior y un 1.3% interanual, ambos por encima de las expectativas; en enero, la balanza comercial alcanzó los 562 mil millones. El Banco de la Reserva de Australia (RBA) mantiene una postura cautelosa, sugiriendo pocas probabilidades de recortes. Esto refleja una ventaja en la política monetaria del AUD respecto a otras monedas principales. Si la Fed continúa con una política de relajación en 2025, la debilidad del dólar impulsará el alza del AUD/USD.
Estrategia de inversión en dólares para 2025
Operaciones a corto plazo (Q1-Q2)
El mercado presenta una estructura de consolidación, con oportunidades de trading en rangos. Escenarios alcistas incluyen: aumento de conflictos geopolíticos que elevan la demanda de refugio, y datos de empleo en EE. UU. por encima de lo esperado que retrasan los recortes. Escenarios bajistas: recortes continuos de la Fed junto con una política de relajación del BCE, y exposición de la presión de deuda en EE. UU.
Los inversores agresivos pueden aprovechar la banda del índice del dólar entre 95-100 para comprar en los mínimos y vender en los máximos, usando indicadores técnicos como divergencias en MACD y retrocesos de Fibonacci para detectar reversiones. Los inversores conservadores deberían esperar a que la política de la Fed sea más clara.
Estrategia a mediano y largo plazo (a partir del Q3)
Con la Fed en ciclo de recortes, la ventaja en los rendimientos de los bonos estadounidenses se reducirá gradualmente. Los fondos podrían dirigirse a mercados emergentes de alto crecimiento y a activos en la zona euro. Si la tendencia de desdolarización global se acelera, la posición del dólar como reserva de valor se verá mermada. Se recomienda reducir gradualmente las posiciones largas en dólares y diversificar en yen, AUD u otras monedas fuertes, o en commodities como oro y cobre.
El éxito en las operaciones con dólares en 2025 dependerá de la flexibilidad y disciplina, siguiendo de cerca los datos y eventos del mercado para aprovechar la volatilidad en los tipos de cambio.