El comportamiento del dólar australiano frente al dólar taiwanés en 20 años: ¿por qué el dólar australiano ha sido relativamente débil?



Como la quinta moneda de comercio global, el dólar australiano (AUD) tiene alta liquidez y spreads bajos, y siempre ha sido una opción popular para los inversores en operaciones de divisas. Sin embargo, si se observa a largo plazo, en los últimos veinte años, la tendencia del AUD y del dólar taiwanés (TWD) ha mostrado diferencias claras: el AUD en general ha sido relativamente débil, mientras que el TWD ha mantenido una estabilidad relativa.

Es especialmente importante destacar que el AUD ha sido considerado tradicionalmente una moneda de alto interés, y en la última década, desde principios de 2013 en el nivel de 1.05, ha caído hasta la actualidad, con una depreciación acumulada superior al 35%. Durante ese mismo período, el índice del dólar estadounidense (DXY) ha subido un 28.35%, formando un ciclo típico de dólar fuerte. Esta ola de depreciación generalizada de las monedas no solo ha afectado al AUD, sino también al euro, yen y dólar canadiense, que en general se han depreciado frente al dólar estadounidense, pero la debilidad relativa del AUD ha sido especialmente marcada.

**¿Por qué el AUD continúa débil? Tres factores fundamentales**

La debilidad a largo plazo del AUD no es casualidad, sino que está dominada por factores estructurales profundos.

Primero, cambios en el ciclo de demanda de commodities. La estructura de exportación de Australia está demasiado concentrada en mineral de hierro, carbón y energía, por lo que el AUD esencialmente es una moneda de commodities. Cuando la economía china se recupera con fuerza (como en 2009-2011), el mercado alcista de materias primas impulsa al AUD a cerca de 1.05; pero cuando la demanda china se debilita (2023-2024), los precios del mineral de hierro y carbón se presionan a la baja, y el AUD también se debilita. Las políticas arancelarias de EE. UU. y su impacto en el comercio global afectan aún más las perspectivas de exportación de materias primas australianas, debilitando la posición del AUD como moneda de commodities.

En segundo lugar, la disminución de la ventaja en diferencial de tasas. El Banco de Reserva de Australia (RBA) tiene actualmente una tasa de interés en efectivo de aproximadamente 3.60%, y la ventaja en diferencial de tasas respecto a EE. UU. ya no existe. La atracción de monedas de alto interés depende del diferencial de tasas; cuando este se reduce o invierte, los fondos de arbitraje fluyen hacia mercados con mayores rendimientos, y el AUD pierde su atractivo pasado.

En tercer lugar, la falta de impulso en la economía interna. La economía australiana muestra un crecimiento débil, con rendimientos de activos relativamente bajos, lo que dificulta atraer capital internacional. Aunque haya rebotes a corto plazo, la presión vendedora en el mercado aparece rápidamente, mostrando que la confianza en el AUD sigue siendo limitada.

**Rebote leve del AUD en 2025, pero la tendencia aún no se invierte**

En 2025, el AUD efectivamente mostró un rebote. Los precios del mineral de hierro y del oro subieron considerablemente, y la reducción de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de EE. UU. impulsó la entrada de fondos en activos de riesgo, llevando al AUD/USD a un máximo de 0.6636. En general, en 2025, el AUD se apreció aproximadamente un 5-7%. Sin embargo, desde una perspectiva más larga, este rebote parece más una corrección técnica que un cambio de tendencia.

Cada vez que el AUD se acerca a niveles cercanos a su máximo anterior, la presión vendedora aumenta notablemente, reflejando dudas del mercado sobre la continuidad de su subida. En otras palabras, el AUD actualmente se asemeja más a una moneda con "rebotes, pero sin tendencia clara", susceptible a factores externos y no dominada por sus fundamentos internos.

**Tres claves para entender la tendencia a medio y largo plazo del AUD**

Para predecir la dirección futura del AUD, los inversores deben centrarse en tres variables clave:

1. Política de tasas del RBA. El mercado ya ha comenzado a anticipar un posible aumento de tasas en 2026, con una previsión de que la tasa máxima pueda llegar a 3.85%. Si la inflación persiste y el mercado laboral mantiene su fortaleza, una política hawkish ayudará a que el AUD recupere su diferencial de tasas; de lo contrario, su soporte se verá debilitado.

2. Economía china y precios de commodities. La exportación australiana depende en gran medida de la demanda china. Cuando la actividad en infraestructura y manufactura en China se recupera, el mineral de hierro suele subir en paralelo, y el AUD se refleja rápidamente en el tipo de cambio. Pero si la recuperación china es débil, incluso si los precios de las materias primas reaccionan al alza a corto plazo, el AUD puede experimentar picos y caídas.

3. Tendencia del dólar y el sentimiento de riesgo global. El ciclo de política de la Reserva Federal sigue siendo central en los mercados de divisas. En un entorno de reducción de tasas, un dólar débil suele beneficiar al AUD, pero si aumenta la aversión al riesgo y el capital vuelve a refugiarse en EE. UU., el AUD puede verse presionado incluso sin deterioro de sus fundamentos.

**Diferencias en las previsiones de las instituciones para 2026**

Las opiniones sobre la futura tendencia del AUD varían. Morgan Stanley es más optimista, y prevé que a finales de 2025 el AUD/USD pueda subir a 0.72, principalmente por la política hawkish del Banco Central de Australia y el fortalecimiento de los precios de las materias primas. El modelo estadístico de Traders Union estima un promedio de aproximadamente 0.6875 para finales de 2026 y un aumento a 0.725 para finales de 2027.

Por otro lado, UBS mantiene una postura más conservadora, considerando que la incertidumbre en el comercio global y los cambios en la política de la Fed podrían limitar la subida del AUD, estimando que el tipo de cambio se mantenga cerca de 0.68 a fin de año. Los economistas del Banco de la Reserva de Australia son aún más cautelosos, y prevén que tras alcanzar un pico en marzo de 2026, el AUD podría volver a caer hacia fin de año. Algunos analistas de Wall Street advierten que si EE. UU. mantiene su posición de dólar muy fuerte, el AUD tendrá dificultades para superar la resistencia en 0.67.

En conjunto, es probable que en la primera mitad de 2026 el AUD oscile entre 0.68 y 0.70, influenciado por datos chinos y la volatilidad del empleo no agrícola en EE. UU. El AUD no se desplomará drásticamente, dado que los fundamentos australianos son sólidos y el RBA mantiene una postura relativamente hawkish, pero tampoco alcanzará niveles elevados sin una recuperación estructural del dólar. La presión a corto plazo proviene principalmente de los datos chinos, mientras que a largo plazo, los factores alcistas incluyen las exportaciones de recursos australianos y el ciclo de materias primas.

**Comparación de 20 años: AUD y TWD, lecciones**

En el marco de la comparación de 20 años entre el AUD y el TWD, la debilidad a largo plazo del AUD se hace aún más evidente. El AUD está condicionado por los ciclos de commodities y la economía global, mientras que el TWD, aunque también influenciado por ciclos económicos, cuenta con un crecimiento estable en tecnología y la posición internacional de empresas como TSMC, que brindan un soporte relativamente estable. Esta diferencia refleja que las monedas de commodities enfrentan riesgos sistémicos mayores que economías con estructuras industriales más diversificadas.

**Consideraciones para invertir en AUD**

El par AUD/USD es uno de los cinco más negociados a nivel mundial, con alta liquidez y patrones de volatilidad que facilitan el análisis de tendencias a medio y largo plazo. Para quienes desean participar en la volatilidad del AUD, es fundamental entender los riesgos asociados a su carácter de moneda de commodities: en momentos de deterioro del riesgo global, caída en la demanda de materias primas o fortalecimiento del dólar, el AUD suele ser la primera moneda en reaccionar.

Toda inversión en divisas implica riesgos, y los inversores deben diseñar sus estrategias según su tolerancia al riesgo. A corto plazo, la postura hawkish del RBA y la fortaleza de los precios de los commodities pueden ofrecer soporte, pero a medio y largo plazo, hay que estar atentos a la incertidumbre económica global y a posibles rebotes del dólar.

Para que el AUD supere una tendencia alcista genuina a medio y largo plazo, deben cumplirse simultáneamente tres condiciones: que el RBA vuelva a una postura hawkish, que la demanda china mejore sustancialmente y que el dólar entre en una fase de debilitamiento estructural. Si solo se cumplen una o dos, el AUD probablemente se mantenga en un rango de oscilación, no en una tendencia alcista clara. Esa es la razón principal por la que el mercado mantiene una actitud cautelosa respecto al AUD.
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