Si sueles consultar informes financieros o noticias de inversión, seguramente habrás oído expresiones como “el beneficio por acción de una empresa crece”. Pero, ¿qué representa exactamente este beneficio por acción (EPS)? ¿Por qué los inversores le prestan tanta atención? Muchas personas lo entienden de manera vaga, incluso se dejan engañar por los números superficiales, y al final toman decisiones de inversión equivocadas. Este artículo abordará desde un enfoque práctico, cómo dominar completamente el EPS y cómo usarlo para seleccionar acciones de forma científica.
¿Qué es el beneficio por acción (EPS)? ¿Por qué los inversores deben entenderlo?
El nombre completo en inglés de EPS es Earnings per share (EPS), que se puede entender simplemente como: la ganancia de una empresa dividida en promedio entre cada acción ordinaria.
Este indicador refleja directamente la capacidad de la empresa para generar beneficios. Cuanto más alto sea el EPS, más valor está creando cada acción para ti. Mirando la tendencia del EPS de Apple en los últimos 20 años, entenderás: a medida que la empresa crece en tamaño y negocio, el EPS también aumenta continuamente, lo cual es un signo de una empresa saludable.
Para los inversores, el EPS es un indicador clave para evaluar si una empresa vale la pena comprar. La lógica simple es: si los beneficios de la empresa en relación con su precio de mercado son mayores, la acción está subvalorada y tiene más potencial de inversión. Los inversores también usan el EPS para compararlo con competidores del mismo sector, para ver quién tiene una mayor capacidad de rentabilidad.
¿Cómo se calcula el EPS? Tres pasos para entender los datos financieros
Primer paso: entender los tres componentes del cálculo del EPS
Beneficio neto: lo que queda después de restar todos los gastos a los ingresos totales de la empresa. Se puede encontrar en la parte inferior del estado de resultados.
Dividendos de acciones preferentes: los dividendos fijos que reciben los tenedores de acciones preferentes, también se muestran en el estado de resultados con cifras específicas.
Cantidad de acciones ordinarias en circulación: las acciones ordinarias emitidas menos las acciones propias recompradas por la empresa, este dato se registra en la sección de patrimonio en los estados financieros.
Segundo paso: fórmula del EPS
EPS = (Beneficio neto - Dividendos de acciones preferentes) ÷ Promedio ponderado de acciones ordinarias en circulación
En realidad, en los informes financieros, la partida “beneficio atribuible a los accionistas comunes” ya resta los dividendos preferentes, por lo que puedes dividir directamente ese número por la cantidad de acciones ordinarias en circulación para obtener el EPS de forma más sencilla y rápida.
Tercer paso: ejemplo práctico
Tomemos como ejemplo a Bank of America, en su informe financiero de 2022:
Beneficio neto: 27,528 millones de dólares
Dividendos de acciones preferentes: 1,513 millones de dólares
Promedio ponderado de acciones ordinarias en circulación: 8,113.7 millones de acciones
Sustituyendo en la fórmula: (27,528 - 1,513) ÷ 8,113.7 ≈ 3.21 dólares
Este número coincide exactamente con el EPS reportado en el informe. La mayoría de las empresas cotizadas muestran directamente su EPS en los informes, por lo que los inversores no necesitan calcularlo manualmente cada vez.
La relación entre EPS y el precio de la acción: ¿Por qué a veces el EPS crece y el precio cae?
Las empresas con un EPS fuerte suelen ver subir su precio de mercado — esto es la lógica normal del mercado. Un mayor precio de la acción aumenta la confianza de los inversores, lo que impulsa las ventas, incrementa los beneficios y, a su vez, eleva el EPS, creando un ciclo positivo.
Pero en la realidad, esta relación no siempre es absoluta. Lo que realmente determina la tendencia del precio es: si el EPS cumple o supera las expectativas del mercado.
Ejemplo: en febrero, Nvidia publicó su informe del cuarto trimestre, y aunque sus resultados mostraron una caída significativa, los ingresos y el EPS superaron las expectativas de los analistas de Wall Street. Además, la dirección presentó perspectivas prometedoras en la conferencia telefónica. Como resultado, el precio de la acción subió un 14% en una sola noche.
También hay casos contrarios: incluso si el EPS crece, si el aumento es menor que lo esperado por el mercado, los inversores pueden decepcionarse y el precio caer. Por eso, prestar atención a la “diferencia de expectativas” es más importante que solo mirar los números.
Indicadores derivados del EPS: relación precio-beneficio (P/E) y su significado en inversión
Con los datos del EPS, y en relación con el precio de la acción, se puede calcular el relación precio-beneficio (P/E ratio) = Precio de la acción ÷ EPS.
Este indicador muestra cuánto está dispuesto el mercado a pagar por cada dólar de beneficio que genera la empresa. Cuanto más bajo sea el P/E, más barata puede estar la acción; cuanto más alto, mayor es la expectativa de crecimiento futuro de la empresa.
Comparar el P/E de empresas del mismo sector tiene mucho sentido. Por ejemplo, si la empresa A cotiza a 30 dólares por acción y su EPS es 1 dólar, su P/E es 30. Si el promedio del sector es solo 10, eso indica que la acción de A está relativamente sobrevalorada. Pero un P/E alto también puede reflejar que el mercado espera un potencial de crecimiento muy alto para esa empresa.
Ejemplo típico: Nvidia. Aunque recientemente su EPS ha bajado, debido a las altas expectativas de los inversores en sus chips de IA, su P/E se ha disparado a 135.9. Esto demuestra que un P/E alto no es necesariamente malo, siempre que exista un respaldo en los resultados futuros.
¿El EPS puede ser manipulado? Los tres trucos en los que los inversores deben tener cuidado
Trampa 1: recompra de acciones para elevar el EPS
Una empresa puede, incluso sin aumentar sus beneficios, mejorar su EPS mediante la recompra de sus propias acciones. ¿Por qué? Porque al reducirse la cantidad de acciones en circulación (el denominador), el EPS aumenta automáticamente en beneficios iguales.
Muchos inversores ven un crecimiento constante del EPS y piensan que la rentabilidad de la empresa está mejorando, pero si revisan el número de acciones en circulación, pueden descubrir que en realidad se debe a recompras de acciones, una “falsa” mejora. Por eso, solo mirar el EPS puede ser engañoso.
Trampa 2: eventos extraordinarios que distorsionan la rentabilidad real
Ciertos eventos únicos, como ventas de activos, ganancias o pérdidas por adquisiciones, subsidios gubernamentales, etc., afectan el beneficio del período. Sin embargo, estos eventos no se repiten y no reflejan la operación habitual de la empresa.
Ejemplo: KFC (propietaria de Yum! Brands) sufrió un impacto en su EPS en un año por la salida de Rusia debido a la guerra entre Rusia y Ucrania. Pero esto fue un evento puntual, no una señal de deterioro en la gestión. Solo mirando el EPS superficial, se puede sacar una conclusión errónea.
Los inversores deben aprender a distinguir entre el “EPS reportado” y el “EPS ajustado” (que elimina los eventos extraordinarios), siendo este último más representativo de la rentabilidad sostenida de la empresa.
Trampa 3: el crecimiento del EPS no garantiza altos retornos en la inversión
Este es uno de los errores más comunes. Los datos del sector de semiconductores ilustran bien esto:
Desde 2020 hasta ahora, Qualcomm tiene un EPS mucho más alto que Nvidia y AMD. Si solo se basa en EPS para elegir acciones, Qualcomm sería la mejor opción. Pero en realidad, el retorno de inversión en 3 años muestra que Nvidia subió un 251%, mientras que Qualcomm solo un 69%.
Esto demuestra que un solo indicador nunca es suficiente. La valoración del mercado, las perspectivas del sector, la capacidad de gestión y otros factores influyen en la rentabilidad final de la inversión.
Además, hay que tener en cuenta: la diferencia entre EPS diluido y EPS básico
En los informes financieros, a menudo aparecen dos cifras de EPS: EPS básico y EPS diluido.
El EPS básico usa la cantidad actual de acciones en circulación, reflejando la rentabilidad real en el momento.
El EPS diluido considera un escenario hipotético: si todos los instrumentos convertibles (opciones de empleados, bonos convertibles, acciones preferentes convertibles, etc.) se ejercen, la cantidad de acciones en circulación aumentará. En ese caso, el beneficio por acción se “diluirá”.
EPS diluido = (Beneficio neto - Dividendos de acciones preferentes) ÷ (Acciones ordinarias en circulación + Instrumentos convertibles diluidos)
Por ejemplo, en Coca-Cola, si se incluyen los instrumentos convertibles, el EPS pasa de 2.43 dólares a 2.19 dólares.
El EPS diluido es más útil para evaluar riesgos potenciales, ya que refleja cómo se vería la rentabilidad si todos los instrumentos convertibles se ejercen, diluyendo la participación de los accionistas existentes. Es especialmente importante para empresas en crecimiento, que suelen emitir muchas opciones y bonos convertibles.
Cómo usar el EPS para seleccionar acciones de forma científica: resumen de la metodología
Principio 1: mirar la tendencia, no los valores absolutos
Un solo trimestre o año con un EPS específico no dice mucho. Lo importante es: si el EPS de la empresa ha crecido de forma sostenida en los últimos 3-5 años.
Un crecimiento constante indica que la rentabilidad de la empresa se está fortaleciendo, lo cual es una señal de inversión segura. Si el EPS fluctúa mucho o disminuye, puede ser señal de problemas en la gestión.
Principio 2: comparación con competidores del mismo sector
No tiene sentido analizar solo una empresa. Es fundamental compararla con sus rivales. Un EPS más alto indica que la empresa es más eficiente en generar beneficios en el mismo mercado.
Principio 3: combinar con el P/E para valorar
Solo con EPS no basta; hay que considerar el precio de la acción. El P/E ayuda a determinar si la acción está sobrevalorada o subvalorada.
Un ejemplo simple: si el promedio del sector tiene un P/E de 15, y una acción en particular tiene un P/E de 10, puede estar infravalorada. Pero si el P/E es 50, a menos que estés seguro de que la empresa tiene un potencial de crecimiento excepcional, el riesgo es alto.
Principio 4: analizar en profundidad los números detrás del EPS
Por último, y más importante: no solo mirar los números, sino entender el porqué.
¿Ha cambiado la cantidad de acciones en circulación? ¿Por qué? ¿Por recompras masivas?
¿El crecimiento del beneficio proviene del negocio principal o de eventos extraordinarios?
¿Qué diferencia hay entre el EPS diluido y el básico?
Estos detalles te ayudarán a detectar “crecimiento falso” y evitar errores.
Resumen: el EPS es una condición necesaria, no suficiente
El EPS refleja la capacidad de beneficios de una empresa, pero no es la única variable para decidir una inversión. Ningún indicador único puede contar toda la historia de una compañía.
Antes de invertir, además de analizar la tendencia a largo plazo del EPS, compararlo con sus pares, evaluar el P/E, también debes considerar: perspectivas del sector, competencia, equipo directivo, salud financiera, innovación tecnológica y otros aspectos.
Considera el EPS como un “boleto de entrada” para seleccionar acciones, no como la respuesta definitiva. Úsalo para filtrar rápidamente posibles inversiones y luego profundiza en el análisis fundamental de esas empresas, esa es la forma científica de invertir.
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Lectura obligatoria de inversión: ¿Cómo interpretar realmente el EPS para evitar las trampas en la selección de acciones?
Si sueles consultar informes financieros o noticias de inversión, seguramente habrás oído expresiones como “el beneficio por acción de una empresa crece”. Pero, ¿qué representa exactamente este beneficio por acción (EPS)? ¿Por qué los inversores le prestan tanta atención? Muchas personas lo entienden de manera vaga, incluso se dejan engañar por los números superficiales, y al final toman decisiones de inversión equivocadas. Este artículo abordará desde un enfoque práctico, cómo dominar completamente el EPS y cómo usarlo para seleccionar acciones de forma científica.
¿Qué es el beneficio por acción (EPS)? ¿Por qué los inversores deben entenderlo?
El nombre completo en inglés de EPS es Earnings per share (EPS), que se puede entender simplemente como: la ganancia de una empresa dividida en promedio entre cada acción ordinaria.
Este indicador refleja directamente la capacidad de la empresa para generar beneficios. Cuanto más alto sea el EPS, más valor está creando cada acción para ti. Mirando la tendencia del EPS de Apple en los últimos 20 años, entenderás: a medida que la empresa crece en tamaño y negocio, el EPS también aumenta continuamente, lo cual es un signo de una empresa saludable.
Para los inversores, el EPS es un indicador clave para evaluar si una empresa vale la pena comprar. La lógica simple es: si los beneficios de la empresa en relación con su precio de mercado son mayores, la acción está subvalorada y tiene más potencial de inversión. Los inversores también usan el EPS para compararlo con competidores del mismo sector, para ver quién tiene una mayor capacidad de rentabilidad.
¿Cómo se calcula el EPS? Tres pasos para entender los datos financieros
Primer paso: entender los tres componentes del cálculo del EPS
Segundo paso: fórmula del EPS
EPS = (Beneficio neto - Dividendos de acciones preferentes) ÷ Promedio ponderado de acciones ordinarias en circulación
En realidad, en los informes financieros, la partida “beneficio atribuible a los accionistas comunes” ya resta los dividendos preferentes, por lo que puedes dividir directamente ese número por la cantidad de acciones ordinarias en circulación para obtener el EPS de forma más sencilla y rápida.
Tercer paso: ejemplo práctico
Tomemos como ejemplo a Bank of America, en su informe financiero de 2022:
Sustituyendo en la fórmula: (27,528 - 1,513) ÷ 8,113.7 ≈ 3.21 dólares
Este número coincide exactamente con el EPS reportado en el informe. La mayoría de las empresas cotizadas muestran directamente su EPS en los informes, por lo que los inversores no necesitan calcularlo manualmente cada vez.
La relación entre EPS y el precio de la acción: ¿Por qué a veces el EPS crece y el precio cae?
Las empresas con un EPS fuerte suelen ver subir su precio de mercado — esto es la lógica normal del mercado. Un mayor precio de la acción aumenta la confianza de los inversores, lo que impulsa las ventas, incrementa los beneficios y, a su vez, eleva el EPS, creando un ciclo positivo.
Pero en la realidad, esta relación no siempre es absoluta. Lo que realmente determina la tendencia del precio es: si el EPS cumple o supera las expectativas del mercado.
Ejemplo: en febrero, Nvidia publicó su informe del cuarto trimestre, y aunque sus resultados mostraron una caída significativa, los ingresos y el EPS superaron las expectativas de los analistas de Wall Street. Además, la dirección presentó perspectivas prometedoras en la conferencia telefónica. Como resultado, el precio de la acción subió un 14% en una sola noche.
También hay casos contrarios: incluso si el EPS crece, si el aumento es menor que lo esperado por el mercado, los inversores pueden decepcionarse y el precio caer. Por eso, prestar atención a la “diferencia de expectativas” es más importante que solo mirar los números.
Indicadores derivados del EPS: relación precio-beneficio (P/E) y su significado en inversión
Con los datos del EPS, y en relación con el precio de la acción, se puede calcular el relación precio-beneficio (P/E ratio) = Precio de la acción ÷ EPS.
Este indicador muestra cuánto está dispuesto el mercado a pagar por cada dólar de beneficio que genera la empresa. Cuanto más bajo sea el P/E, más barata puede estar la acción; cuanto más alto, mayor es la expectativa de crecimiento futuro de la empresa.
Comparar el P/E de empresas del mismo sector tiene mucho sentido. Por ejemplo, si la empresa A cotiza a 30 dólares por acción y su EPS es 1 dólar, su P/E es 30. Si el promedio del sector es solo 10, eso indica que la acción de A está relativamente sobrevalorada. Pero un P/E alto también puede reflejar que el mercado espera un potencial de crecimiento muy alto para esa empresa.
Ejemplo típico: Nvidia. Aunque recientemente su EPS ha bajado, debido a las altas expectativas de los inversores en sus chips de IA, su P/E se ha disparado a 135.9. Esto demuestra que un P/E alto no es necesariamente malo, siempre que exista un respaldo en los resultados futuros.
¿El EPS puede ser manipulado? Los tres trucos en los que los inversores deben tener cuidado
Trampa 1: recompra de acciones para elevar el EPS
Una empresa puede, incluso sin aumentar sus beneficios, mejorar su EPS mediante la recompra de sus propias acciones. ¿Por qué? Porque al reducirse la cantidad de acciones en circulación (el denominador), el EPS aumenta automáticamente en beneficios iguales.
Muchos inversores ven un crecimiento constante del EPS y piensan que la rentabilidad de la empresa está mejorando, pero si revisan el número de acciones en circulación, pueden descubrir que en realidad se debe a recompras de acciones, una “falsa” mejora. Por eso, solo mirar el EPS puede ser engañoso.
Trampa 2: eventos extraordinarios que distorsionan la rentabilidad real
Ciertos eventos únicos, como ventas de activos, ganancias o pérdidas por adquisiciones, subsidios gubernamentales, etc., afectan el beneficio del período. Sin embargo, estos eventos no se repiten y no reflejan la operación habitual de la empresa.
Ejemplo: KFC (propietaria de Yum! Brands) sufrió un impacto en su EPS en un año por la salida de Rusia debido a la guerra entre Rusia y Ucrania. Pero esto fue un evento puntual, no una señal de deterioro en la gestión. Solo mirando el EPS superficial, se puede sacar una conclusión errónea.
Los inversores deben aprender a distinguir entre el “EPS reportado” y el “EPS ajustado” (que elimina los eventos extraordinarios), siendo este último más representativo de la rentabilidad sostenida de la empresa.
Trampa 3: el crecimiento del EPS no garantiza altos retornos en la inversión
Este es uno de los errores más comunes. Los datos del sector de semiconductores ilustran bien esto:
Desde 2020 hasta ahora, Qualcomm tiene un EPS mucho más alto que Nvidia y AMD. Si solo se basa en EPS para elegir acciones, Qualcomm sería la mejor opción. Pero en realidad, el retorno de inversión en 3 años muestra que Nvidia subió un 251%, mientras que Qualcomm solo un 69%.
Esto demuestra que un solo indicador nunca es suficiente. La valoración del mercado, las perspectivas del sector, la capacidad de gestión y otros factores influyen en la rentabilidad final de la inversión.
Además, hay que tener en cuenta: la diferencia entre EPS diluido y EPS básico
En los informes financieros, a menudo aparecen dos cifras de EPS: EPS básico y EPS diluido.
El EPS básico usa la cantidad actual de acciones en circulación, reflejando la rentabilidad real en el momento.
El EPS diluido considera un escenario hipotético: si todos los instrumentos convertibles (opciones de empleados, bonos convertibles, acciones preferentes convertibles, etc.) se ejercen, la cantidad de acciones en circulación aumentará. En ese caso, el beneficio por acción se “diluirá”.
EPS diluido = (Beneficio neto - Dividendos de acciones preferentes) ÷ (Acciones ordinarias en circulación + Instrumentos convertibles diluidos)
Por ejemplo, en Coca-Cola, si se incluyen los instrumentos convertibles, el EPS pasa de 2.43 dólares a 2.19 dólares.
El EPS diluido es más útil para evaluar riesgos potenciales, ya que refleja cómo se vería la rentabilidad si todos los instrumentos convertibles se ejercen, diluyendo la participación de los accionistas existentes. Es especialmente importante para empresas en crecimiento, que suelen emitir muchas opciones y bonos convertibles.
Cómo usar el EPS para seleccionar acciones de forma científica: resumen de la metodología
Principio 1: mirar la tendencia, no los valores absolutos
Un solo trimestre o año con un EPS específico no dice mucho. Lo importante es: si el EPS de la empresa ha crecido de forma sostenida en los últimos 3-5 años.
Un crecimiento constante indica que la rentabilidad de la empresa se está fortaleciendo, lo cual es una señal de inversión segura. Si el EPS fluctúa mucho o disminuye, puede ser señal de problemas en la gestión.
Principio 2: comparación con competidores del mismo sector
No tiene sentido analizar solo una empresa. Es fundamental compararla con sus rivales. Un EPS más alto indica que la empresa es más eficiente en generar beneficios en el mismo mercado.
Principio 3: combinar con el P/E para valorar
Solo con EPS no basta; hay que considerar el precio de la acción. El P/E ayuda a determinar si la acción está sobrevalorada o subvalorada.
Un ejemplo simple: si el promedio del sector tiene un P/E de 15, y una acción en particular tiene un P/E de 10, puede estar infravalorada. Pero si el P/E es 50, a menos que estés seguro de que la empresa tiene un potencial de crecimiento excepcional, el riesgo es alto.
Principio 4: analizar en profundidad los números detrás del EPS
Por último, y más importante: no solo mirar los números, sino entender el porqué.
Estos detalles te ayudarán a detectar “crecimiento falso” y evitar errores.
Resumen: el EPS es una condición necesaria, no suficiente
El EPS refleja la capacidad de beneficios de una empresa, pero no es la única variable para decidir una inversión. Ningún indicador único puede contar toda la historia de una compañía.
Antes de invertir, además de analizar la tendencia a largo plazo del EPS, compararlo con sus pares, evaluar el P/E, también debes considerar: perspectivas del sector, competencia, equipo directivo, salud financiera, innovación tecnológica y otros aspectos.
Considera el EPS como un “boleto de entrada” para seleccionar acciones, no como la respuesta definitiva. Úsalo para filtrar rápidamente posibles inversiones y luego profundiza en el análisis fundamental de esas empresas, esa es la forma científica de invertir.