El Banco de Japón anunció un aumento de tasas del 0,25% el 19 de diciembre, llevando la tasa de política al 0,75%, alcanzando un nivel no visto en casi 30 años. Sin embargo, la reacción del mercado fue algo “descoordinada”: el yen no se fortaleció por el endurecimiento de la política, sino que el tipo de cambio dólar/yen continuó en ascenso. ¿Qué señales ocultas hay detrás de este fenómeno?
Implementación de la política, pero el mercado no lo acepta
Las palabras cautelosas del gobernador Ueda en la conferencia de prensa fueron clave para la decepción del mercado. Aunque el banco central reiteró que continuará subiendo las tasas cuando las perspectivas económicas y de precios sean las esperadas, no dio un calendario claro para el próximo paso ni el tamaño de la subida.
Especialmente en relación con el nivel de tasa neutral (1,0%~2,5%), el banco indicó que “es difícil determinarlo con anticipación” y planea ajustar sus estimaciones progresivamente. Esta ambigüedad llevó al mercado a pensar que la trayectoria de la política del banco central aún tiene incertidumbres, y las expectativas alcistas se desvanieron.
La brecha de tasas limita al yen
El estratega de ANZ, Felix Ryan, señaló el núcleo del problema: aunque el banco central ha iniciado un ciclo de subidas de tasas, el tipo de cambio dólar/yen sigue en ascenso en contra de la tendencia. Esto indica que el mercado carece de confianza en el ritmo de futuras subidas de Japón.
La causa más profunda radica en la estructura de diferencial de tasas. La Reserva Federal aún está en un ciclo de flexibilización, mientras que el Banco de Japón, aunque sube tasas, lo hace a un ritmo claramente más lento, lo que hace que la brecha de tasas entre EE. UU. y Japón sea desfavorable para el yen. La entidad estima que, incluso si el Banco de Japón continúa subiendo tasas en 2026, el yen seguirá debilitándose en el próximo año. ANZ proyecta que el dólar/yen alcanzará 153 a finales de 2026.
Sobre las predicciones del tipo de cambio yen/dólar, diferentes instituciones ofrecen distintas perspectivas. State Street mantiene un objetivo a largo plazo de 135-140 para el dólar/yen, argumentando que la política acomodaticia de la Fed respalda al dólar, y que la mayor cobertura en divisas por parte de los inversores japoneses también limita la subida del yen.
El mercado de swaps de índices nocturnos muestra que los inversores esperan que el Banco de Japón eleve aún más las tasas hasta aproximadamente el tercer trimestre de 2026, alcanzando el 1,00%. Sin embargo, Nomura Securities opina que esto no es suficientemente hawkish. Solo cuando la guía del banco indique que la próxima subida podría adelantarse a antes de abril de 2026, el mercado realmente comprará yen. Sin una revisión significativa en las estimaciones de la tasa neutral, solo las promesas verbales difícilmente cambiarán la percepción del mercado sobre la tasa terminal a largo plazo.
Puntos clave: la guía vale más que las declaraciones
La situación actual refleja una realidad: lo importante para predecir el tipo de cambio yen no es si la subida de tasas ya ocurrió, sino si la trayectoria futura de la política está clara. El gobernador Ueda necesita ofrecer en futuras comunicaciones una orientación más clara sobre las estimaciones de la tasa neutral y el calendario de subidas, para poder revertir la visión pesimista del mercado sobre el yen.
A corto plazo, la volatilidad del yen probablemente continuará hasta que el banco central dé la señal “verdaderamente hawkish” que el mercado busca.
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Las predicciones del tipo de cambio del yen japonés muestran desacuerdos, ¿la subida de tipos del banco central podrá revertir la tendencia negativa?
El Banco de Japón anunció un aumento de tasas del 0,25% el 19 de diciembre, llevando la tasa de política al 0,75%, alcanzando un nivel no visto en casi 30 años. Sin embargo, la reacción del mercado fue algo “descoordinada”: el yen no se fortaleció por el endurecimiento de la política, sino que el tipo de cambio dólar/yen continuó en ascenso. ¿Qué señales ocultas hay detrás de este fenómeno?
Implementación de la política, pero el mercado no lo acepta
Las palabras cautelosas del gobernador Ueda en la conferencia de prensa fueron clave para la decepción del mercado. Aunque el banco central reiteró que continuará subiendo las tasas cuando las perspectivas económicas y de precios sean las esperadas, no dio un calendario claro para el próximo paso ni el tamaño de la subida.
Especialmente en relación con el nivel de tasa neutral (1,0%~2,5%), el banco indicó que “es difícil determinarlo con anticipación” y planea ajustar sus estimaciones progresivamente. Esta ambigüedad llevó al mercado a pensar que la trayectoria de la política del banco central aún tiene incertidumbres, y las expectativas alcistas se desvanieron.
La brecha de tasas limita al yen
El estratega de ANZ, Felix Ryan, señaló el núcleo del problema: aunque el banco central ha iniciado un ciclo de subidas de tasas, el tipo de cambio dólar/yen sigue en ascenso en contra de la tendencia. Esto indica que el mercado carece de confianza en el ritmo de futuras subidas de Japón.
La causa más profunda radica en la estructura de diferencial de tasas. La Reserva Federal aún está en un ciclo de flexibilización, mientras que el Banco de Japón, aunque sube tasas, lo hace a un ritmo claramente más lento, lo que hace que la brecha de tasas entre EE. UU. y Japón sea desfavorable para el yen. La entidad estima que, incluso si el Banco de Japón continúa subiendo tasas en 2026, el yen seguirá debilitándose en el próximo año. ANZ proyecta que el dólar/yen alcanzará 153 a finales de 2026.
Divergencias institucionales: ¿cuándo será realmente hawkish?
Sobre las predicciones del tipo de cambio yen/dólar, diferentes instituciones ofrecen distintas perspectivas. State Street mantiene un objetivo a largo plazo de 135-140 para el dólar/yen, argumentando que la política acomodaticia de la Fed respalda al dólar, y que la mayor cobertura en divisas por parte de los inversores japoneses también limita la subida del yen.
El mercado de swaps de índices nocturnos muestra que los inversores esperan que el Banco de Japón eleve aún más las tasas hasta aproximadamente el tercer trimestre de 2026, alcanzando el 1,00%. Sin embargo, Nomura Securities opina que esto no es suficientemente hawkish. Solo cuando la guía del banco indique que la próxima subida podría adelantarse a antes de abril de 2026, el mercado realmente comprará yen. Sin una revisión significativa en las estimaciones de la tasa neutral, solo las promesas verbales difícilmente cambiarán la percepción del mercado sobre la tasa terminal a largo plazo.
Puntos clave: la guía vale más que las declaraciones
La situación actual refleja una realidad: lo importante para predecir el tipo de cambio yen no es si la subida de tasas ya ocurrió, sino si la trayectoria futura de la política está clara. El gobernador Ueda necesita ofrecer en futuras comunicaciones una orientación más clara sobre las estimaciones de la tasa neutral y el calendario de subidas, para poder revertir la visión pesimista del mercado sobre el yen.
A corto plazo, la volatilidad del yen probablemente continuará hasta que el banco central dé la señal “verdaderamente hawkish” que el mercado busca.