La tormenta del pasado fin de semana aún no ha parado.

El Bitcoin ha perdido consecutivamente dos líneas de defensa: primero los 89.000 dólares y luego tampoco pudo mantener los 88.000 dólares. Desde el máximo histórico de hace unos días, esta corrección ya roza el 30%. ¿Una caída del 2,06% en 24 horas? No parece mucho, ¿verdad? Pero, si lo combinas con ese volumen de negociación tan pobre, la cosa cambia.

¿Hasta qué punto está frío el mercado? El volumen de negociación de BTC y ETH se ha reducido a la mitad, y decir “se ha desplomado” ni siquiera le hace justicia. Esta divergencia entre precio y volumen, cualquier persona atenta sabe lo que significa: todo el mundo está esperando.

¿Esperando qué? La reunión del 9-10 de diciembre.

La reunión de la Fed sobre tipos de interés se ha convertido en el centro de atención. Aunque el mercado da una probabilidad del 87% a una bajada de tipos —parece seguro—, dentro de la Fed las discrepancias son enormes. Hay funcionarios dovish, pero también halcones que no se rinden. Esta actitud ambigua ha llevado a los traders a optar por un “mejor esperar y ver”.

Por supuesto, los jugadores con alto apalancamiento no tienen esa paciencia. En el último día, cerca de 100.000 cuentas han recibido una lección del mercado, con liquidaciones que superan los 110 millones de dólares. ¿No hay mucha volatilidad? Para posiciones con un apalancamiento de 10x o 20x, unas pocas décimas de movimiento pueden ser letales.

En JP Morgan siguen siendo alcistas, pero ¿quién les escucha ahora? Hasta que salga la decisión, “sobrevivir” es más importante que “ganar mucho dinero”. Caídas suaves y bajo volumen: ese es el retrato típico de un periodo de espera —nadie quiere apostar fuerte antes de que se revelen las cartas.