Las historias de hacerse rico más absurdas suelen empezar por un simple error de ortografía.

Todo comenzó de forma muy sencilla: un alto directivo estrella de una de las principales plataformas de intercambio fue demasiado rápido al publicar un tuit. Quería aclarar algo, pero acabó escribiendo "DOYR" y ahí se quedó la cosa. El revuelo no tardó en estallar.

La imaginación de los pequeños inversores es inagotable. Algunos dijeron que era la abreviatura de "Do Your Research", insinuando que había que investigar antes de actuar; otros llegaron aún más lejos: ¿y si significaba "Do Your Meme"? ¡Qué más da, lo importante es subirse al carro cuanto antes!

Y entonces ocurrió lo increíble. En menos de dos horas, apareció en el mercado un meme token con el mismo nombre, cuyo precio se disparó como un cohete: se multiplicó por 220.000 y su capitalización de mercado alcanzó los 15 millones de dólares. Otro token oportunista, "DO YOUR", tampoco quiso quedarse atrás y subió casi un 500%.

Por si fuera poco, ese famoso del sector también quiso sumarse a la fiesta. Retuiteó el mensaje original y bromeó: "¿DOYR significa Do Your Meme?". Apenas terminó la frase, cambió el tono y añadió: "Aclaración: solo estamos debatiendo, esto no es una recomendación de ningún proyecto". (Traducción: vosotros haced lo que queráis, yo solo estoy aquí para ver el espectáculo.)

Lo que en principio era una aclaración terminó convirtiéndose en munición para los especuladores.

Hoy en día, la lógica para hacerse rico en el mercado cripto roza ya lo místico. Un grande suelta unas letras al azar y toda la red empieza a descifrar la "clave de la riqueza"; un usuario inventa una abreviatura y, de la noche a la mañana, surge un proyecto de millones. Siempre se dice que un día en el mundo cripto equivale a un año fuera de él, pero ahora resulta que hasta un error tipográfico puede convertirse en un guion para hacerse millonario.

Así que, la próxima vez que vayas a tuitear, piénsatelo dos veces. Lo que para ti es un "desliz", para otros puede ser el "billete a la luna". Y para los que persiguen las modas: sed conscientes, porque cuando la ola se apaga, solo quedan los restos.