ASatoshiApprentice
La cuestión es la siguiente: cuando la mayoría de las grandes economías blindan los flujos de capital —o empiezan a moverse en esa dirección—, alguien tiene que comerse el marrón. ¿Adivina quién? Los que no se blindan. Absorberán internamente todo ese caos económico. Sus mercados domésticos se convierten en el amortiguador mientras los demás juegan a la defensiva con controles de capital.
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