El caos de la semana pasada fue duro: un importante mercado de derivados estuvo inactivo durante más de 10 horas, paralizando el comercio. ¿El motivo? Alguien en una instalación de CyrusOne cometió un error costoso. El incidente puso de manifiesto lo vulnerables que siguen siendo incluso las infraestructuras financieras de primer nivel ante errores humanos básicos. Cuando sistemas centralizados que gestionan miles de millones en posiciones fallan de forma tan espectacular, es un recordatorio contundente de por qué las arquitecturas distribuidas son importantes. Los mercados se recuperaron, pero la confianza tarda más en reconstruirse.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
11 me gusta
Recompensa
11
4
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
LucidSleepwalker
· hace13h
Un simple error humano puede paralizar un mercado de varios miles de millones, entonces ¿para qué queremos centralización...?
Ver originalesResponder0
ThreeHornBlasts
· hace13h
Un error humano provocó una caída de 10 horas, y así colapsó un sistema que controla posiciones por valor de miles de millones... La fragilidad de la centralización queda totalmente al descubierto.
Ver originalesResponder0
Rugpull幸存者
· hace13h
Un simple error humano puede colapsar un mercado de miles de millones; ese es el destino de la centralización.
Ver originalesResponder0
HalfPositionRunner
· hace13h
Un simple error humano puede colapsarlo durante diez horas, ¿y a esto le llaman infraestructura financiera...?
El caos de la semana pasada fue duro: un importante mercado de derivados estuvo inactivo durante más de 10 horas, paralizando el comercio. ¿El motivo? Alguien en una instalación de CyrusOne cometió un error costoso. El incidente puso de manifiesto lo vulnerables que siguen siendo incluso las infraestructuras financieras de primer nivel ante errores humanos básicos. Cuando sistemas centralizados que gestionan miles de millones en posiciones fallan de forma tan espectacular, es un recordatorio contundente de por qué las arquitecturas distribuidas son importantes. Los mercados se recuperaron, pero la confianza tarda más en reconstruirse.