Últimamente, este mercado está tan saturado de noticias que pone los pelos de punta. ¿No tienes esa sensación de que todas las pistas apuntan en la misma dirección?

Empiezo con un dato curioso. Según las estadísticas de Bitcoin Treasuries.NET, en la última semana, 8 de las 100 principales empresas cotizadas a nivel mundial que poseen bitcoin han estado acumulando en silencio. Estas 100 empresas tienen en total más de 1,05 millones de BTC, una cantidad que ya no puede compararse con la de los minoristas.

¿Por qué precisamente en este momento? ¿Casualidad? No lo creo. Las acciones de las instituciones nunca son gratuitas, sus canales de información no están en el mismo nivel que los nuestros. Tal vez, algunas señales ya están circulando bajo la mesa.

Observemos tres cosas que están ocurriendo simultáneamente:

La importante actualización de Ethereum está a punto de lanzarse. Cada vez que hay una iteración tecnológica de este nivel, el ecosistema se reorganiza, y suelen surgir nuevas narrativas y nuevas vías de entrada de capital. La historia no se repite, pero siempre rima de forma parecida.

En cuanto a la Reserva Federal, el mercado estima en un 93% la probabilidad de una bajada de tipos en mayo. Ese número casi no deja dudas. En cuanto se abra la compuerta de la liquidez, ¿hacia dónde fluirá el dinero? Según la experiencia previa, los activos de riesgo —especialmente el sector cripto— suelen ser los primeros beneficiados. La marea macroeconómica está llegando, ¿en qué posición te encuentras?

Y hay una variable más sutil: Japón ha lanzado de repente una señal de subida de tipos. El mundo entero espera que la Fed abra el grifo, y Japón va en sentido contrario. Eso no encaja con el guion habitual. ¿Realmente quieren ir por libre, o están participando en un juego de mayor envergadura? En el mundo financiero, las verdaderas intenciones nunca se dicen abiertamente. Si Japón realmente actúa, el flujo global de capital podría cambiar de la noche a la mañana.

Si unimos todo esto: acumulación institucional, revolución tecnológica, y el juego entre bancos centrales… nunca antes estos factores habían coincidido de esta manera.

Todas las señales repiten la misma palabra: cambio de tendencia. En cuanto a la dirección, pronto tendremos la respuesta.