Estamos avanzando hacia una realidad dominada por las máquinas más rápido de lo que la mayoría se da cuenta.

Últimamente, Musk ha estado lanzando esta predicción arriesgada: la IA avanzará hasta un punto en que los trabajos tradicionales serán opcionales. Supuestamente entraríamos en esta “economía de la abundancia” donde las máquinas se encargan de todo. Suena utópico o distópico, según cómo se mire.

¿Lo realmente interesante? Los gobiernos ya no están descartando esto como ciencia ficción. Las principales economías están tratando abiertamente la robótica y la automatización como sectores estratégicos críticos, invirtiendo recursos en infraestructuras que apoyan economías de máquina a máquina.

Sin embargo, la capa de infraestructura para este cambio necesita estar descentralizada. No se puede tener una economía de máquinas funcionando en servidores centralizados controlados por un puñado de empresas. Ahí es donde los protocolos blockchain diseñados para la conectividad de dispositivos empiezan a tener sentido real más allá del simple bombo.