Siempre hay quien dice que operar con poco capital en futuros es regalar el dinero. Yo entré con 1.200 U, en dos meses llegué a 28.000 U, multiplicando por 23 mi capital. No es cuestión de suerte, es que la mayoría ni siquiera entiende cómo sobrevivir.

Al principio también perdía hasta dudar de mí mismo. Entraba con todo el capital, perseguía las subidas, aguantaba las caídas sin cortar pérdidas... Caí en todas las trampas posibles. Luego lo entendí: en el trading, el talento no significa nada; lo único que importa es durar. ¿Cómo se sobrevive? Dos palabras: ritmo y gestión.

**Primero, la gestión del capital**
Con 1.200 U de capital, en la primera operación solo me atrevía a usar el 30%. ¿Gané un 8%? Me salgo al momento, sin avaricia. Las ganancias las separo, y la próxima operación solo arriesgo beneficios, nunca el capital original, que reservo para sobrevivir. En cada operación fijo de antemano el stop loss y el take profit; no es cobardía, es lo básico para alguien profesional. Mientras otros sueñan con hacerse ricos de la noche a la mañana, yo solo busco asegurar cada ganancia. El interés compuesto es así: lento es rápido.

**Ahora, operar a favor de la tendencia**
Si no lo tengo claro, ni toco el mercado. Si veo tendencia, entro por partes y dejo correr el beneficio; si me equivoco, corto pérdidas más rápido que nadie, sin dudar. Mucha gente cae por no “cortar en pérdidas”: una pequeña pérdida se convierte en una gran pérdida, y acaban liquidados y fuera del juego. Haber pasado de 1.200 U a 28.000 U ha sido gracias a saber admitir errores. Cortar pérdidas no es perder dinero, es dejarte una salida.

**Lo más importante es el ritmo**
Multipliqué por 23 en dos meses, sin información privilegiada ni jugármelo todo. Dividí el proceso en tres etapas: primero, operar con el capital inicial para ganar confianza; después, usar los beneficios para expandir posiciones; y por último, asegurar las ganancias y controlar la mentalidad. Varios amigos han seguido este método y también han multiplicado su capital varias veces.

Pero lo más difícil es el timing: cuándo entrar, cuándo salir, cuándo aumentar posición, cuándo asegurar las ganancias. Estos detalles no se pueden explicar en dos frases, pero la clave es esta: solo entendiendo el ritmo del mercado evitarás que te barran en la próxima ola.

Tener poco capital nunca ha sido una desventaja. La verdadera desventaja es no entender qué significa sobrevivir.