Últimamente he visto una observación bastante interesante: en estos años han surgido todo tipo de maniobras sorprendentes de desinversión por parte de grandes accionistas.
Pero no importa la artimaña que utilicen para hacer caja y salir del mercado, hay una regla de oro: es mejor no tocar ese tipo de acciones. La lógica es muy sencilla: si hasta los insiders tienen prisa por marcharse, es que no tienen ninguna confianza en el futuro de su propia empresa. Si el jefe ya se ha ido, solo quedan pequeños inversores recogiendo el relevo, la empresa se queda sin liderazgo, ¿cómo va a mejorar después?
Y esas operaciones descaradas como las llamadas "divorcios de convenio" seguidos de una venta inmediata de acciones, son todavía más evidentes. Cuando se vean señales así, los inversores minoristas deberían andarse con cuidado y no convertirse en el trampolín para que otros hagan caja. Hay demasiadas trampas como estas en el mercado, y bastante difícil es esquivarlas, ¿para qué lanzarse de cabeza?
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
10 me gusta
Recompensa
10
6
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
NewPumpamentals
· Hace57m
Acciones evidentes de manipulación para aprovecharse de los inversores minoristas
Ver originalesResponder0
pvt_key_collector
· hace22h
Una vez cosechan los puerros, huyen con las ganancias
Últimamente he visto una observación bastante interesante: en estos años han surgido todo tipo de maniobras sorprendentes de desinversión por parte de grandes accionistas.
Pero no importa la artimaña que utilicen para hacer caja y salir del mercado, hay una regla de oro: es mejor no tocar ese tipo de acciones. La lógica es muy sencilla: si hasta los insiders tienen prisa por marcharse, es que no tienen ninguna confianza en el futuro de su propia empresa. Si el jefe ya se ha ido, solo quedan pequeños inversores recogiendo el relevo, la empresa se queda sin liderazgo, ¿cómo va a mejorar después?
Y esas operaciones descaradas como las llamadas "divorcios de convenio" seguidos de una venta inmediata de acciones, son todavía más evidentes. Cuando se vean señales así, los inversores minoristas deberían andarse con cuidado y no convertirse en el trampolín para que otros hagan caja. Hay demasiadas trampas como estas en el mercado, y bastante difícil es esquivarlas, ¿para qué lanzarse de cabeza?