#数字货币市场洞察 Muchos, al entrar en el sector, lo primero que hacen es empaparse de análisis técnico: se memorizan decenas de patrones de velas, dominan las divergencias del MACD, y pueden recitar de memoria las zonas de sobrecompra y sobreventa del RSI.

Pero cuando llega la práctica, siguen siendo carne de cañón.

El mes pasado vi a un amigo, al que en el mundillo todos llaman Afeng. Es de esos tipos especialmente aplicados, sus apuntes de trading son más detallados que una tesis.

Cuando ETH tuvo aquella subida, se fijó en que la media móvil de 5 días cruzaba por encima de la de 20 días, y estaba tan emocionado que le temblaban las manos: "¡Cruz dorada! ¡Esta va a despegar seguro!"

¿Y luego? Metió todo el capital de golpe.

Esa misma noche, ETH empezó a caer; varias velas rojas seguidas destrozaron su cuenta. Cuando fui a su casa, estaba sentado frente al ordenador, en shock, con gráficos llenos de anotaciones en rojo por toda la mesa.

"Esto no sirve para nada", me dijo señalando la pantalla.

Eché un vistazo a su punto de entrada y casi me echo a reír: estaba claramente al final de una subida, con el volumen ya en descenso.

"¿Miraste el volumen antes de entrar?", le pregunté.

Se quedó pensativo: "No me fijé".

"¿Y los niveles de resistencia? ¿Los comprobaste?"

Se rascó la cabeza y no dijo nada.

¿Ves? El problema nunca está en si los indicadores son acertados o no, sino en para qué los usas.

Los indicadores técnicos sirven para ayudar a juzgar el ritmo, no son un pase para perseguir subidas en máximos. En zonas altas, todos los indicadores se ven perfectos: medias móviles alineadas al alza, MACD de verde a rojo, bandas de Bollinger abriéndose...

Pero precisamente esas señales son las que más fácilmente se convierten en trampas.

El verdadero problema es que la mayoría aprende "cómo mirar los indicadores", pero no entiende "en qué momento hay que mirarlos".

Cuando el precio consolida en zona baja, una cruz dorada puede ser una oportunidad; cuando el precio está disparado en zona alta, una cruz dorada es más probable que sea señal de distribución.

Tres días después, ETH rebotó un poco desde el precio al que compró Afeng. Al ver la cuenta en verde, suspiró aliviado: "Menos mal, creo que podré recuperar".

No dije nada. Porque sé que ese rebote se llama "pullback en zona alta": el último engaño alcista. Si no supera el máximo anterior, después solo caerá más fuerte.

En el mercado nunca faltan los que se saben las fórmulas, lo que faltan son los que saben controlarse en los momentos clave.

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